La vicegobernadora contó a medios de la capital neuquina sobre el origen de los fondos para las compras sospechadas de irregulares, como la de una camioneta Toyota.
La vicegobernadora suspendida de Neuquén, Gloria Ruiz, sigue en el ojo de la tormenta. En un intento por limpiar su nombre, defendió públicamente la polémica compra de la camioneta Toyota SW4 y otros movimientos patrimoniales que la llevaron al “juicio político”. Desde su perspectiva, las acusaciones son infundadas, “direccionadas y malintencionadas” y, según aseguró, “no hay fraude, solo desprolijidades administrativas”.
Ruiz fue consultada por LMNeuquén en un cuarto intermedio en su defensa, de más de cuatro horas, donde asistió con su abogado Carlos Broitman y su socio Patricio Winograd, en un despliegue de cajas de expedientes, audios y Power Point, para aclarar cada uno de los puntos, del informe de la comisión investigadora, presidida por el diputado Guillermo Monzani.
En principio se iba a llamar a declarar a empleados de la Legislatura de Neuquén, que la estrategia de la defensa, se los señaló dentro de la cadena de desvíos de fondos, algo que despertó polémica entre los diputados, y la Asociación de Empleados Legislativos de Neuquén (ANEL).
La vicegobernadora está sometida a una acusación por “inhabilidad moral” desde la política y, por otro lado, pesa una causa por supuesta malversación de fondos. Para la política, su suspensión no pasa de esta semana, pero la apuesta de Ruiz es una decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para reinstalarla en el cargo.
Pedirán la nulidad del proceso
Su defensa pidió la nulidad de la causa penal, debido a que entienden que hubo “fallas en el debido proceso” por parte del Ministerio Público Fiscal de Neuquén. Entre ellas, la violación del secreto fiscal.
A las acusaciones de nepotismo, y las versiones sobre nombramientos de familiares, dijo que son falsas. “Hasta eso tuvimos que venir a aclarar. No eran familiares. Ahora me gustaría preguntarles a los legisladores cuántos familiares tienen cada uno. Pero no importa, eso es secundario. Vamos por lo real”, dijo.
Ruiz aclaró que solo tiene tres familiares directos: su hermano Pablo, su hermana Vilma y su esposo. “No hay sobrinos ni primos nombrados. Incluso se acreditó la idoneidad de cada uno de los funcionarios señalados, algo que fue evaluado por mí misma antes de que asumieran sus cargos”.
Además, destacó que muchos de los señalados provienen de su gestión anterior en la Municipalidad de Plottier y que ya trabajaban en el ámbito público.
¿Fraude?: la trama de las camionetas
Ruiz detalló la versión de los hechos en torno a las adquisiciones vehiculares y los depósitos millonarios que la dejaron en una posición incómoda ante la opinión pública.
“Lo que buscamos es dejar en claro para la población neuquina que no hubo ningún tipo de fraude ni nada por el estilo. Sí puede haber desprolijidades administrativas, pero eso no justifica acusaciones tan graves como las que se están haciendo”, afirmó.
Ante la consulta de este diario, Ruiz repasó el origen de las adquisiciones vehiculares, un tema que se convirtió en el eje de las sospechas. Explicó que la primera camioneta Ford Ranger fue adquirida en 2015, en un contexto difícil para su familia: “Mi marido quedó sin trabajo y, para no perder la oportunidad de compra, la camioneta salió a nombre de mi suegra, a través de un crédito prendario. Fue una solución que tomamos en su momento, y está todo documentado”.
Según su versión, la Ranger fue entregada en la misma concesionaria en 2021 para adquirir una Toyota Hilux, que también quedó registrada a nombre de su suegra, Norma Painevil. Finalmente, esa Hilux fue vendida para financiar la compra de la Toyota SW4, que quedó a su nombre.
“Ahora último, por el pago que se hace en efectivo, se logra comprar la camioneta a mi nombre, como corresponde. Está declarada en mi patrimonio, como todos mis bienes: la camioneta, la propiedad donde vivo y la asociación que tenemos con mi familia”, sostuvo Ruiz.
Las inconsistencias que complican el panorama
A pesar de las explicaciones, las dudas persisten. Según los registros oficiales, el Formulario 08 de la venta de la Hilux 2021 indica un valor de 30 millones de pesos, mientras que Ruiz declaró que la transacción fue por 53 millones.
Además, los ingresos reportados en su declaración patrimonial y el ritmo de gastos registrado en sus tarjetas de crédito y débito no cuadran con los fondos utilizados para la compra de la SW4.
También se detalla un depósito de 12 millones de pesos en efectivo, realizado por una secretaria a su nombre, que sumó más preguntas que respuestas. Ante esto, Ruiz insistió: “No hay nada que ocultar. Todo está en las declaraciones juradas y en la documentación presentada”.
La vicegobernadora suspendida también dejó en manos de sus abogados la estrategia judicial para apelar ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la suspensión que le impuso la Legislatura neuquina. Por el momento, aseguró estar concentrada en “dar las declaraciones correspondientes y explicar cada punto de las acusaciones”.
Los diputados avanzan con la investigación y Gloria Ruiz busca sostener su versión y convencer a la opinión pública de que lo suyo no pasa de un caso de desprolijidades administrativas.
Sin embargo, las inconsistencias en los montos declarados, los vehículos registrados a nombre de terceros y el manejo de grandes sumas de dinero en efectivo plantearon “al menos cinco versiones” de cómo se adquirió una camioneta.
En este caso, lo que Ruiz llama “desprolijidades administrativas” podrían ser el eslabón que justifique el pedido de destitución, que parece un hecho consumado. Un tema que la vicegobernadora llevó al lodo político, como una maniobra de apartamiento por haberse corrido de los lineamentos del gobernador Rolando Figueroa.
Lo que los diputados le cuestionan es cómo una persona políticamente expuesta pudo realizar operaciones financieras con tantas irregularidades aparentes, sin que estas fueran detectadas o aclaradas en tiempo y forma.
El diputado por el MPN, Claudio Domínguez, uno de los más críticos del caso, es el que pone el dedo en la llaga en los debates. Incluso, a modo de chiste, repartió bombones entre los diputados de la comisión (incluida la presienta a cargo Zulma Reina) por las compras que realizó la vicegobernadora por el Día de la Mujer. Para los diputados, los números presentados por Ruiz no cierran.
“Si la camioneta fue vendida por 30 millones y declara 53, hay una diferencia abismal de 23 millones que no está respaldada. Además, los depósitos fraccionados en efectivo no ayudan a dar una imagen transparente de las operaciones”, indicó Domínguez.
Otro punto de conflicto radica en los registros a nombre de terceros, principalmente de su suegra, Norma Painevil, y su esposo Claudio Costa. Según Ruiz, esto respondió a razones familiares y económicas, pero para la investigación, la maniobra podría ocultar un intento de disimular el origen real de los fondos, algo que podría configurar una simulación patrimonial.
A nivel político, el escenario no favorece a la vicegobernadora suspendida. Tiene toda la artillería del oficialismo en contra.
Las dudas sobre su accionar debilitaron su apoyo dentro del Frente Neuquinizate, que le hicieron vacío. Incluso el mismo intendente de Plottier, Luis Betolini, quien asumió de la mano de Ruiz por el partido Desarrollo Ciudadano, se apartó de la vicegobernadora
Aunque Ruiz insiste en que todo está documentado y declarado ante los organismos correspondientes, hay huecos en el relato y pruebas presentadas en su contra, que ponen en jaque su credibilidad.