Abigail, la niña que salvó a su familia de morir en el derrumbe del cerro de la Virgen

Tiene 10 años. Sus gritos permitieron que sus padres se den cuenta de que las piedras se venían abajo.

Las “heridas” de un cerro que no alcanzaron a cicatrizar sufrieron un colapso que provocó un increíble desmoronamiento de piedras que dejaron atrapada a una familia que por esas cosas del destino y del universo estaban en el momento y en el lugar menos indicado.

Quedaron atrapados en un abanico de piedras de distintos tamaños que rompieron su habitual ubicación y se desplazaron sin piedad ladera abajo hasta encontrarse con la cinta asfáltica de la ruta provincial 43. El emblemático Cerro de La Virgen perdía un eslabón fundamental de su estructura y en su desplazamiento se llevó todo por delante en horas del mediodía de este martes que quedará para el olvido o para el recuerdo eterno de la familia de Cintia Rodríguez y de su esposo Daniel Echevarría, debido a que un milagro los mantiene vivos a ellos y a sus dos pequeñas hijas. Hoy todos volvieron a nacer.

En cada tragedia o desastre siempre hay un ángel protector o un salvador. En el lamentable suceso de hoy la niña Abigail (de 10 años) se transformó en una verdadera heroína ya que sus gritos desesperados alertaron a sus padres que el cerro “se venía abajo”.

Por fortuna, hoy la desgracia jugó en contra y la suerte a favor. Todos están vivos y fuera de peligro. Algunas heridas y un recuerdo doloroso que los acompañará por siempre. Los gritos de Abigail fueron el preludio de la desesperación total, el dolor, la sangre, una trampa de piedras y los otros gritos, los gritos de la esperanza de la vida.

Froilán Rodríguez, tío de Abigail, en contacto con LMNeuquén, contó que “ellos estaban ahí haciendo dedo para regresar a su casa cerca de Huinganco”. Contaron también que en esos momentos pasó un camión con autos arriba y “al ratito mi sobrina siente movimientos y se da cuenta de que el cerro se empieza a derrumbar y les avisa a los padres y ahí pudieron salir un poco desde el lugar que estaban”.

Siguiendo el relato, Rodríguez precisó que “el hecho de que Abigail pudiera darse cuenta de lo que estaba pasando y avisarle a su mamá y a su papá que se estaba derrumbando el cerro, hizo que ellos pudieran ver cómo salir de alguna manera un poquito del centro de mayor impacto, sino la cosa hubiera sido mucho peor”.

Contó además que en esos momentos su hermana tomó a la hija más pequeña del brazo y empezaron a correr. Los más afectados por el desplazamiento de piedras fueron Abigail y su papá. Ambos tienen que ser derivados a Neuquén para atenciones de mayor complejidad por fractura expuesta en una de sus piernas el mayor y por una cirugía de tobillo la menor.

El dramatismo en primera persona

Un ocasional automovilista pudo documentar en un video de escasa duración los primeros segundos después de haberse producido el derrumbe y se puede observar a gente correr hacia el enorme montículo de rocas en medio de una nube de polvo. Allí estaba la familia peleando por sobrevivir.

Una mujer que pasaba por el lugar en esos crudos momentos relató al Canal de Noticias TN que ella sintió el “crack” de la montaña y corrió por su vida. Instantes después, casi sin darse cuenta, ya tenía entre sus brazos a la menor de las nenas toda ensangrentada y junto a un ciclista la pudieron contener hasta que llegó la ambulancia. Mostró su campera con rastros de sangre y contó que la niña todo el tiempo pedía por su madre.

Froilán Rodríguez relató que su hermana está cursando un embarazo de 8 meses y que por fortuna está estable y en buenas condiciones físicas. “Tiene heridas y algunos cortes en la cara, en los brazos y en las manos. Mi sobrina Jocelyn de 3 años tiene muchísimos cortes en sus manitos y en su cara”.

Asimismo, relató que sus sobrinas están transitando horas muy difíciles. “Están muy afectadas psicológica y emocionalmente. La más chiquita llora muchísimo y bueno están todavía con el impacto a flor de piel de todo lo que les sucedió”.

Momentos previos y agradecimientos

El tío de Abigail relató de alguna manera los momentos previos a que se desatara esta casi tragedia al pie del Cerro La Virgen. “Antes del mediodía la familia de mi hermana Cintia salió desde la casa de mi papá que está ubicada en el Barrio Uriburu. Y se fueron con destino a la zona donde se cruza el tramo nuevo de la ruta 43 con la vieja ruta que atraviesa los dos puentes en el río Curi Leuvú. Quién iba a imaginar que iba a pasar algo tan tremendo. Gracias a Dios hoy la pueden contar”.

En el terreno de los agradecimientos, Rodríguez señaló que “quiero destacar el valioso e increíble trabajo de la policía, de bomberos, del hospital, de defensa y de todos y cada uno de aquellos que hoy trabajaron para salvar y cuidar a mis familiares. También agradecer a toda la comunidad de Chos Malal y del norte neuquino que se solidarizaron con nosotros y en especial por la familia de mi hermana que le tocó ser protagonista de un lamentable suceso. A todos muchas gracias y que Dios los bendiga”.