Después de recuperarse de la neumonía dio negativo el test de coronavirus. Aunque todavía falta una instancia para el alta definitiva, los vecinos la recibieron con aplausos y bocinazos.
El domingo fue de gran alegría para Emma y su familia. Después de una semana y dos días de internación, presentó una gran mejora a su cuadro de neumonía por el coronavirus y le dieron el alta domiciliaria. Además, de bonus track, el primer test para evaluar la evolución del COVID-19 dio negativo.
“Me relajé tanto que anoche fue la primera noche que dormí entera”, admitió a LM Neuquén Carina Arce, una de sus hijas: “Gracias a Dios ya está en su casita”. Y aunque cabe destacar que aún no forma parte de las personas recuperadas, confían en que pronto formará parte de ese equipo.
“Ella tenía una neumonía generada por el COVID-19 y todos estos días atacaron la neumonía con antibióticos de forma intravenosa. De a poco empezaron a darle vía oral y por último le fueron sacando el oxígeno”, contó Carina.
El miércoles de la semana pasada le hicieron a la mujer de 69 años el test y, para su suerte, dio negativo. Con esa noticia y la gran recuperación de su neumonía, la habilitaron para terminar el tratamiento domiciliario. “Ella tiene que estar 14 días aislada en su casa, sin tomar medicación ni nada, aunque creemos que no va a ser solo una cuarentena, sino bastante más tiempo. Ella es una mujer grande y la queremos cuidar”, comentó su hija.
Lydia, otra de las hijas de Emma, que la había estado cuidando mientras la mujer se recuperaba de la infección, también dio negativo. “Mi hermana, que estaba haciendo cuarentena en su casa por haber estado en contacto con mi mamá, se fue a terminar la cuarentena a su casa después de desinfectar todo”, agregó Carina.
“Hoy (lunes) con mis hermanas le hicimos las compras para los 14 días, se la dejamos en la puerta de su casa y nos vinimos.Todo lo desinfecta con lavandina porque todo tiene que estar sanitizado” aseguro Carina. Además, agregó que desde que empezó con la situación desde hace unas tres semanas “nosotros con ella solo tenemos contacto telefónico”.
Por lo pronto, esta semana van a hacer el segundo test, el que le va a dar el alta definitiva: “Confiamos en Dios y en que va a dar negativo. Pero igual tiene que cumplir la cuarentena”.
Además, también fue habilitado al alta domiciliaria otro de los familiares del hombre de Las Lajas, que lamentablemente inició la serie de contagios en el norte neuquino. Se trata de su yerno, que se encontraba internado en el mismo nosocomio que Emma, quien se contagió al viajar a Las Lajas para asistir a su ex pareja, que había tenido un inconveniente de salud, y estaba contagiado.
Su estado de salud
“Ayer (domingo) a la noche estábamos hablando y nos dejó de contestar el teléfono, entonces la llamé. Me preocupé, era la primera noche y no aparecía”, relato Carina. Sin embargo, lejos de la preocupación, Emma se estaba haciendo un bife con fideos. “Estaba cenando, tranquila”, dijo su hija entre risas.
“Ya no está agitada, se la nota bien, habla con normalidad. Se la escucha bien y eso para nosotras es una alegría inmensa. Nos pide que no salgamos, que no andemos en la calle. Ya está ocupando el rol de mamá nuevamente, ahora nos reta a nosotras”, señaló.
El recibimiento
Desde la noche del domingo Emma ya se encuentra en su casa, donde fue recibida como la cuestión lo amerita. “Ayer (domingo) fue todo un despliegue en el barrio. Los vecinos salieron a la vereda a aplaudir, tocar bocina y saludarla”, narró Carina: “Estamos súper agradecidos del amor que le dieron los vecinos, también la gente de salud y por supuesto, con Dios”.
La familia debe esperar para poder volver a ver a su madre. “No la pudimos ver, solo fuimos a saludarla desde lejos y recibir el papel del alta. Además, nosotras también estamos en cuarentena”, agregó la mujer, que admitió que desde ese entonces todo en su familia son buenas noticias: “Mi mamá nos tiraba besos a lo lejos y ya se fue a quedarse solita en su casa”.
Ahora, lejos de las paredes blancas del hospital, Emma pasa sus días en su habitación, tejiendo mientras mira televisión, con la esperanza de que, más temprano que tarde, el coronavirus será una una anécdota más que contar y que la pandemia la va a vivir del lado de los recuperados.