El hecho fue descubierto el pasado domingo. Encontraron en una camioneta 103 kilos de queso, 71 kilos de tapa de asado, 40 kilos de vacío y 20 kilos de matambre.
El pasado domingo, un gerente de La Anónima de Plottier y un cartonero fueron sorprendidos tras llevar adelante un importante “robo hormiga” del supermercado, con mercadería valuada en 2,5 millones de pesos. Pero el grave hecho sumó ahora un componente escandaloso, al conocerse que el jerárquico, de 36 años, es hijo de Marisa Torres San Juan, primera candidata a senadora de Desarrollo Ciudadano. Se trata del partido con el que pretende competir Gloria Ruiz, vicegobernadora de Neuquén destituida y candidata a diputada, en las elecciones legislativas.
El hecho fue descubierto el domingo a las 13:15 cuando se identificó Una Pick Up marca Toyota Hilux, sobre el sector de carga y descarga, por lo que se procedió a la identificación de sus dos ocupantes, a quienes se le solicitó la apertura del vehículo. Al hacerlo se encontraron con la sorpresa: cajas con hormas de queso y gran cantidad de carne.
El gerente de depósito fue identificado como Cristian Javier Poblete Torres y es hijo de Marisa Torres San Juan, una política con estrecha vinculación con Ruiz. Fue concejala de Plottier durante dos mandatos y también se desempeñó como Directora de Despacho de la Cámara de la Legislatura de Neuquén hasta que fue separada de su cargo el año pasado, tras la destitución de Ruiz.
Las autoridades policiales se contactaron de inmediato con Nadia Pérez, asistente letrada de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos, quien ordenó, por disposición del fiscal Horacio Maitini, la descarga y secuestro de la mercadería, con la posterior devolución a la gerenta de la sucursal. Entre las diligencias, Maitini también ordenó el secuestro de los celulares de Poblete y su cómplice.
El procedimiento fue llevado adelante por personal de la División Robos y Hurtos de la Policía, dependiente del Departamento de Delitos contra la Propiedad, luego de recibir una denuncia y realizar tareas de inteligencia en conjunto con directivos del comercio. La investigación incluyó seguimientos y controles discretos que permitieron confirmar las sospechas sobre la operatoria.
De acuerdo con la investigación preliminar, la maniobra consistía en que el empleado jerárquico aprovechaba su posición para evadir los controles de seguridad internos, permitiendo que el otro implicado retirara la mercadería junto con la basura. De esa forma, los productos salían del local sin generar alertas.