La Fragua es uno de esos lugares donde el Alto Neuquén se vuelve pura energía. A pocos kilómetros del casco urbano de Manzano Amargo -apenas cuatro- la cascada cae desde 40 metros de altura con una fuerza que justifica su nombre: el agua golpea la roca como el martillo de un herrero encendido. Una imagen que define, por sí sola, el carácter de esta región.
El camino comienza en la Ruta Provincial 43 y toma un desvío hacia la RP 54. Conviene circular con precaución por las obras de asfalto que avanzan entre Las Ovejas y Varvarco, pero el destino recompensa cada curva. Desde allí, un sendero de 300 metros permite acercarse al salto, escuchar el bramido del agua y sentir cómo el aire húmedo refresca la estepa.
La Fragua resume algo profundamente neuquino: la mezcla perfecta entre silencio serrano y potencia natural. Un rincón accesible, cuidado, donde el visitante encuentra un parador para comer, estacionamiento, mesas al aire libre y sanitarios, pero también la posibilidad de detenerse y mirar cómo la cordillera escribe su propio ritmo.
Para más información, comunicarse con el área de Turismo de la Municipalidad de Manzano Amargo al correo electrónico [email protected] o llamar al teléfono 2942 589045

