Realiza tareas de riesgo en altura dentro del ente provincial. Hasta hace unos meses esas labores estaban dedicadas y reservadas solo para los hombres.
En la vida hay mujeres que van escribiendo su propia historia con temple y decisión. Esas mujeres están dispuestas a derribar barreras para cumplir sus metas y salir adelante por mérito propio. Ellas, con sus esfuerzos y sus logros, van dejando la puerta abierta para que otras mujeres sigan sus huellas y puedan cristalizar y fortalecer la preciada igualdad de género.
Hoy, Paola Nahuelpi hace historia. Desde hace 9 meses se transformó en la primera mujer que realiza tareas de riesgo en altura en la estructura del EPEN. Hasta hace unos meses atrás, esas labores estaban dedicadas y reservadas solo para los hombres. Ella llegó para romper los moldes y va por más cada día con el apoyo de propios y extraños. “El mejor saludo y premio que recibí por este logro en mi vida fue el beso de mi hijo Elías, el pilar de mi vida”, sostuvo orgullosa.
Luego de completar un exitoso concurso de admisión, Paola ingresó a la empresa neuquina en el mes de noviembre de 2019 para formar parte de la flota de operarios que se desempeñan en las líneas y tendidos eléctricos de la zona centro de la provincia, convirtiéndose así en la primera mujer en realizar este tipo de tareas.
Nació en Zapala, un 8 de junio de 1984. Tiene 4 hermanas: Beatriz, Claudia, Marianella y Gisela. Es heredera del espíritu laborioso y emprendedor de sus padres Julio Nahuelpi y Mirta Martínez.
Cursó sus estudios primarios en la Escuela de Frontera 1, y el secundario lo completó con excelentes calificaciones en la Epet 11, de donde egresó como técnica electricista en 2003.
Al año siguiente ingresó al Servicio Militar Voluntario en el Cuartel de Zapala, donde estuvo hasta el año 2011. Después trabajó como capacitadora en electricidad domiciliaria y de planta en la Fundación YPF, recorriendo distintos destinos de la provincia. En este tramo de su vida conoció a Genaro Toledo.
“Aprendí mucho de él. Una excelente persona y mejor profesional. Me ayudó mucho a desenvolverme mejor en el ámbito educativo. Nunca voy a olvidar sus consejos y enseñanzas”, dijo agradecida. Es así que después toma horas en Educación de la provincia en Matemáticas y Electricidad. El CPEM 37 de Mariano Moreno fue uno de los establecimientos donde cumplió funciones laborales por espacio de 4 años como docente.
“Yo creo que el amor por la profesión ya venía incorporado en mí, pero se despertó a pleno en tercer año de la secundaria, cuando el profe Fernández nos llevó por primera vez a hacer una práctica real de instalación eléctrica en un galpón de telecomunicaciones. Fue algo que marcó mi camino para llegar adónde hoy estoy”, dijo.
“No hay trabajo que te canse si hacés lo que te gusta”, aseguró Paola. Sin embargo, reconoció que hay momentos en que “no le dan más los brazos”. “Ahí tomo un respiro y me digo a mi misma que es lo que yo elegí hacer”, resaltó.
Paola reconoció que su fuente de inspiración para no cesar en sus objetivos ha sido Yeni San Martín, una operaria de la Cooperativa Eléctrica de Zapala desde hace años. “Si Yeni pudo, yo lo tengo que intentar”, cuenta que fue su frase de cabecera para emprender los distintos desafíos.
Y su hijo, Elián Nicolás, de 14 años. “Es mi todo, es mi cable a tierra y mi impulso a seguir adelante. Es compañero y amigo con el que comparto mis logros y mis sacrificios. Porque si sacrifico algo por cumplir mis tareas es poder pasar más tiempo con él”, aseguró.
Paola se matriculó hace dos años en la UTN como Técnica en Instalación de Energías Renovables. “Nunca me quedaba ni me quedo en lo aprendido. Siempre me sigo capacitando. En esta oportunidad era la única mujer entre 20 hombres. De todos ellos solo fuimos 7 los que terminamos la carrera”, señaló.
Contó que siempre que había concursos en el EPEN solicitaba poder presentarse. Tenía una enorme capacidad teórica pero le faltaba la práctica. El año pasado, luego de varios intentos y de mucha insistencia y persistencia, le permitieron participar.
-> Su primer día en el ente provincial
La mujer que rompió todos los esquemas en el EPEN manifestó estar contenta con su trabajo y a gusto con lo que hace. Además, valoró a cada uno de sus compañeros de trabajo por el buen recibimiento que le brindaron en el grupo en Mariano Moreno. “Fue un momento de mucha incertidumbre pero fueron muy buenos conmigo. Rápidamente yo me adapté a ellos y ellos se adaptaron a mí. La verdad que me tienen mucha paciencia, ya que los entiendo que no es fácil trabajar con una mujer. Aprendo con ellos. Hoy son una parte importante de mi vida”, destacó.