El secretario general del gremio realizó un repaso sobre los 24 años de la organización y destacó el trabajo en conjunto en los logros obtenidos en tan poco tiempo.
Esta historia comenzó el 12 de agosto del 2000, cuando 4 o 5 trabajadores petroleros se reunieron por primera vez, cansados de las injusticias y la incertidumbre que tenía el sector de empleados jerárquicos que estaban fuera de convenio, dentro de la enorme población laboral de la industria hidrocarburífera, sector del que nadie se ocupaba, y las empresas aprovechaban, con solapamiento salarial, sin diagramas de trabajo, con condiciones laborales insalubres, entre otras injusticias.
ue Manuel Arévalo, nacido en Neuquén Capital, en el barrio Belgrano, quién tomó la bandera de la lucha y comenzó a construir desde la nada, un espacio que los agrupara y los defendiera.
Por aquel entonces, la iniciativa parecía una utopía y eran muy pocos los que creían que este petrolero pudiera lograrlo. Pero lo logró: el 1 de agosto del 2005, luego de un largo derrotero, recorridas por los yacimientos, extensas charlas con los compañeros y compañeras, ocurrió lo que nadie se hubiera imaginado: El ministerio de Trabajo de la Nación otorgó la personería gremial 1671. Así nació el Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa.
A Arévalo le cuesta creer todavía hoy todo lo que se logró desde aquellas primeras charlas que tuvo con los trabajadores para convencerlos de la necesidad de armar un gremio que los respaldara.
“Surgió por las quejas que muchas veces hacían ellos en el sindicato de base. Yo estaba en un sector también jerárquico y tenía experiencia ya como delegado. Y bueno, nos largamos a hacer esto. Fui a los equipos de perforación y me reuní con un grupo de compañeros veteranos de Rincón de los Sauces, de Neuquén, de Cutral Co, de Catriel”, recuerda.
En un primer momento había dudas y hasta miedo por aquella iniciativa. “No sabían de qué se trataba esto, porque no conocían lo que era una organización gremial, pero rápidamente tuvieron confianza. Esa prédica fue muy respetuosa y sincera. Y los convenció”, asegura.
Los reclamos de los petroleros jerárquicos
El personal jerárquico de torre, encargados de turno, jefes de equipo de perforación, terminación, pulling, técnicos, ingenieros, entre otros, tienen problemas y sufren injusticias como cualquier trabajador. Y sienten mucho más la presión que hay por la productividad y los tiempos de la industria.
“Las empresas no quieren tiempos muertos. Eso tiene que funcionar las 24 horas del día. Por eso era necesario humanizar el trabajo petrolero, que hoy es nuestro lema. Cuando yo hablé de la humanización del trabajo en Buenos Aires me dijeron que era un exagerado. Les dije: “Es que ustedes no conocen lo que es el trabajo petrolero”, recuerda.
Uno de los reclamos más recurrentes cuando comenzaron a formar el sindicato era la cuestión salarial. Lo que sucedía era que se invertía la pirámide salarial, un trabajador jerárquico ganaba menos que un supervisado y esto tenía una explicación. En las paritarias del sindicato de base, a los empleados les daban –por ejemplo- un 8 por ciento de aumento y las empresas otorgaban un 4 o un 5 por ciento a los técnicos y profesionales que no tenían quién los representara. Y así se producía esa distorsión salarial tan injusta.
Les decían: “Si no te gusta, acá hay mucha gente”, relata Arévalo, quien recuerda que el otro problema que tenía el sector era la ausencia de diagramas de trabajo y la libertad de acción que tenían las empresas a la hora de otorgar los días de descanso.
“A los primeros que fuimos a ver fueron los compañeros de Perforación, quienes nos estaban esperando. Y la prédica que llevábamos empezó a prender y terminó con esa desconfianza que tenían muchos que siempre habían escuchado hablar de los sindicatos en términos despectivos. A medida que iba pasando el tiempo lo fueron entendiendo”, asegura.
La conquista de los diagramas de trabajo fue un punto importante ya que todo trabajador tiene el derecho de saber los horarios de entrada y salida y los días que le toca descansar para estar con su familia.
Conquistas y avances laborales de los petroleros jerárquicos
A medida que pasaban los años y se lograban importantes avances laborales, el sindicato fue creciendo sin parar, sumando nuevos afiliados y generado obras que benefician a toda la familia jerárquica.
“Pensar que muchos creían que no llegábamos ni a la esquina. Y lo hicimos sin mucho ruido y solo los trabajadores. Nos instalamos, la peleamos, argumentamos como corresponde, nos manejamos dentro del marco de la ley, sabiendo que por la necesidad existente el Sindicato iría creciendo”, sostiene Arévalo. Reconoce que en un momento pensó que un gremio de mil afiliados podía ser una organización importante, el trabajo y el tiempo transformarían este sindicato en una organización de casi 10 mil compañeras y compañeros agremiados, con un universo por delante de 14 o 15.000, debido al explosivo crecimiento de la actividad.
“Yo no sé si me daba cuenta en ese momento de lo que estábamos formando para el bien de los trabajadores/as Muchas veces fui a Buenos Aires por la personería gremial, y si tenía que estar cuatro, ocho, o doce horas esperando y venirme en el mismo día, lo hacía”, sostiene.
A partir de la representación Gremial obtenida, el sindicato fue generando beneficios para sus afiliados. Actualmente tienen 8 sedes, 5 centros Recreativos, un apart turístisco en las Grutas inaugurado recientemente, y la Mutual, que cuenta con más de veinte mil asociados, otorga prestaciones, servicios y beneficios para todo el grupo familiar. “Todos los años vamos ampliando más estos beneficios. Hay cosas muy importantes que se van haciendo y, la verdad, hasta el mismo afiliado se sorprende”, asegura Arévalo.
Hoy, más allá de los avances y del largo camino recorrido, el sindicato afronta nuevos desafíos por el explosivo crecimiento que tiene la actividad petrolera y gasífera en Vaca Muerta y la necesidad de seguir cumpliendo con aquella gran premisa de humanizar el trabajo petrolero.
“Creo que hemos ido dando pasos seguros y a tono con los momentos que se van presentando. El gremio ha dado muestras cabales de seriedad, profesionalismo, buscando permanentemente la paz social pese a que hay empresas que buscan el conflicto no cumpliendo con el CCT y las normativas de seguridad, higiene y capacitaciones a su personal”.
Arévalo reconoce que ahora son momentos diferentes, con muchos avances ya logrados, pero es consciente que los obstáculos se presentarán siempre: “Solo hay que ir sorteándolos dentro del marco legal, con la constitución nacional y la ley de contrato de trabajo. Nuestro convenio colectivo es una herramienta fundamental, y lograrlo fue un hecho histórico para la Organización Gremial y nuestros Representados y Representadas”.
Asegura que la Comisión Directiva tiene muchos proyectos a corto plazo en salud, viviendas y capacitaciones, entre otros objetivos que beneficien a sus representados.
“La prédica de cambiar el “yo” por el “nosotros” es una semilla que quedó plasmada en nuestra impronta. Logramos un equipo de trabajo que perdura, crece y se capacita para estar a la altura de las circunstancias y de lo que marcan las nuevas modalidades y tecnologías”, sostiene. Se fueron sumando compañeras y compañeros, tanto en la Comisión Directiva como en el cuerpo de Delegados y Delegadas. Todos juntos hemos hecho lo que está a la vista. Tenemos muchas razones por las que estar orgullosos”.